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Russell Athletics Bowl Team ACC Champs

Durante la elección de Bowls que tuvo lugar anoche en la ESPN se hizo oficial que los Miami Hurricanes van a disputar la Russell Athletics Bowl en Orlando frente a los Louisville Cardinals como representantes de la American Conference el próximo 28 de Diciembre a las 6:45 hora local. 

Los Hurricanes (9-3) jugarán por primera vez en tres años en postemporada, tras haberse auto impuesto una sanción de dos años como consecuencia del escándalo Saphiro, y vuelven a un escenario donde en 2009 se enfrentaron con derrota (14-20) ante los Wisconsin Badgers en la que todavía por aquel entonces era la Champs Sports Bowl. 

El rival serán unos Louisville Cardinals (11-1) que comenzaban la temporada con aspiraciones de jugar de nuevo una BCS Bowl tras haber derrotado año pasado a Florida en la Sugar Bowl, pero quienes tras haber sucumbido sorpresivamente ante Central Florida deberán conformarse con una Bowl algo más discreta. En sus filas estará el que en su día fuera commit de los Canes Teddy Bridgewater quien está en todas las quinielas para ser el futuro número 1 del Draft, y quien sin duda será una complicada prueba para una defensa de los Canes que permite 415 yardas por encuentro.

El partido se disputará en Orlando, un viaje bastante asequible para una afición de los Canes a la que no le gusta desplazarse demasiado, y es probable que la Universidad consiga colocar las 13.500 entradas que le han asignado. 

La Russell Athletics Bowl ha anunciado también que Louisville será el equipo local en la cita, por lo que es probable que vistan con su uniforme completamente rojo así pues no sería de extrañar que los Hurricanes vistieran su particular 'Storm Troopers' por cuarta vez ésta temporada. 

Que empieze el Baile Team ACC Champs

Tanto Al Golden como el programa necesitaban una victoria importante para conseguir volver a poner a Miami en el candelero. Y esa victoria llegó el sábado, con el estadio lleno y contra Florida (#12), el rival más odiado. 21-16 fue el resultado final de un partido poco vistoso ofensivamente, pero al que no le faltó emoción en ningún momento. 

Comenzaron los Canes muy entontados en ataque, con Duke y Morris destrozando una de las mejores defensas de la SEC. Prueba de ello, los bonitos TD pass a Herb Waters y Dorsett. Florida, movía las cadenas, pero no conseguía poner puntos en el marcador. Sólo después de un punt bloqueado y con un campo muy corto, consiguió sumar su primer TD gracias a una carrera, después de un keeper en una read option del QB Jeff Driskel

A partir de ahí, las defensas dieron un paso adelante y el choque se convirtió en un “quiero y no puedo” por parte de los ataques. Miami no podía avanzar, pero Florida no podía anotar. Cuando llegaban a la RZ se les nublaban las ideas. Hasta 4 turnovers cometieron en la primera parte, 3 de ellos cuando estaban a pocas yardas de anotar. 

La segunda parte fue más de lo mismo. La defensa de los de Gainesville arrasaba a nuestra OL. El DT Dominique Eisley trataba a nuestros Guards y Tackles como si fueran críos de 5 años. Por el contrario, la nuestra se basaba en parar la carrera interior y no romperse en ningún momento ante las read option exteriores y pases profundos. Se dio una lección de bend but not brake, dejando la responsabilidad de ganar al partido al irregular Driskel... cosa que no consiguió. 

Después de que Morris fuera interceptado en un 3&25, todo estaba en manos de Florida. La defensa estaba agotada (casi el doble de tiempo de posesión por su parte) y a los Gators les había caído del cielo la oportunidad de ganar... hasta que apareció el estelar sophomore Tracy Howard con una intercepción salvadora, que, poco después, Duke Johnson transformaba en TD para cerrar el partido. Florida aun tuvo tiempo de anotar un TD que les acercaba, pero no había lugar para las dudas. Los Canes conseguían la victoria que les volvía a situar en el mapa del college football. 

Es importante destacar la labor de la defensa, una unidad muy criticada el año pasado, cuando fue una de las peores estadísticamente de la historia del programa. El LB Denzell Perryman estuvo omnipresente y Curtis Porter echó el cerrojado en el centro de la DL. Otro destacado fue el rusher Tyriq McCord con 2 sacks y una presión constante a Driskel. 

El ataque, fue una sombre de lo que puede ser. Después de un primer cuarto espectacular, no volvió a conseguir prácticamente nada más. Morris, con poco más de 150 yardas y menos de 50% de completos, se fue desconectando poco a poco del partido, prueba de ello fue el overthrown sobre Dorsett que provocó la INT. 

La semana que viene jugamos contra la débil Savannah St, o sea, un entrenamiento con público. Debemos volver a recuperar las buenas sensaciones en ataque. Si todo va bien, iremos ganando de bastante al descanso, con lo que tendremos ocasión de rotar y ver a algún que otro freshman importante y reservas con ganas de ver más campo. 
Helios Martinez Casado. (@Heloinho)
 



Que empieze el Baile Team ACC Champs

El pasado domingo los Hurricanes ganaban por primera vez en su historia el Torneo por el campeonato de la ACC, una semana después de haberse proclamado campeones de la temporada regular, ganando por 87-77 a los Tar Heels de North Carolina. Ésa misma noche se conocía que iban a ser cabezas de serie número dos en el Torneo final de la NCAA, encuadrados en la región del Este en donde los Indiana Hoosiers serán el #1 por la parte alta de el cuadro. Así, los Canes tendrán una oportunidad única para completar el sueño y tener un baile duradero en el March Madness. El primer enfrentamiento será en la tarde de hoy viernes (19:15 hora española), cuando se midan a los Pacific Tigers (#15) en Austin, Texas. Sin demorarme más, paso a presentaros la gran previa de el Torneo para los Hurricanes que a realizado nuestro compañeros Alex Torres (@alextorreschao) para la revista digital Basketme.com, a los que agracedemos que nos hayan permitido publicar el contenido. Disfrutadla!: 


MIAMI HURRICANES (27-6, 14-3 ACC) 
“The Dream Season Is A Reality”. Así terminaba de relatar la final del torneo de la ACC la voz de los Canes Joseph Zagacki. Los Hurricanes de Miami han vivido una temporada de cuentos de hadas y se han convertido a pulso en una de las sorpresas más agradables del mundo del College Basketball. Un año para volver a estar “en la burbuja” para un programa con poca tradición en el apartado de la canasta que sólo había conseguido entrar en el gran baile en 5 ocasiones desde su vuelta a la División I en 1985. Ensombrecidos siempre por la inmensa tradición del equipo de football y baseball. Bajo la lupa de la NCAA, en menor medida que el equipo de football, por las investigaciones llevadas a cabo por supuestas interferencias del booster Nevin Shapiro. Pues los chicos de Jim Larrañaga han sabido sobreponerse al peso de la historia y han logrado compartir los focos de atención nacional con programas históricos como Duke, Indiana o UNC. 

En su segundo año en Coral Gables Jim Larrañaga ha conseguido que un equipo que no empezaba rankeado y que no estaba en las quinielas de nadie fuese alcanzando metas que nunca antes se habían logrado en el programa y en la ACC. Miami ha conseguido su mejor ranking con ese #3 alcanzado a mediados de Febrero tras la segunda victoria sobre los Tar Heels. Los Canes llegaron a recibir 17 votos para ser #1 sólo por detrás de Duke e Indiana. La última vez que el programa había recibido un voto para ser #1 fue el 1 de Marzo de 1960. Ya había llovido desde entonces. Su victoria sobre Duke fue la primera de los de Forida sobre un equipo rankeado como #1 y el margen de 27 puntos la tercera más abultada jamás recibida por un #1. 

No quedan ahí los registros. Los Canes pueden presumir de ser el único equipo que en una misma temporada ha ganado a Duke y UNC por más de 25 puntos. Maryland había sido el último en el curso 1974/75 capaz de ganar a ambos programas por más de 20 tantos de diferencia. 

Todos estos números y records no tendrían sentido si no se finaliza y los Canes lo han sabido hacer reuniendo en una misma temporada el título de la regular season y el torneo de la ACC. 

El arranque de la temporada de Miami no fue muy esperanzador. Una victoria pírrica ante Stetson y una derrota ante la sorprendente Florida Gulf Coast no hacían presagiar nada bueno. Los Hurricanes jugaban sin su senior Durand Scott, que arrastraba un sanción de 3 partidos. Todo cambió con la victoria ante Michigan State en el BankUnited Center. Esa victoria ante el por entonces número 13 del país hizo que los jugadores creyeran en si mismos y en lo que les proponía Larrañaga. A partir de ese partido el crecimiento de Miami fue imparable. En Navidad los Hurricanes viajaron a Hawaii para jugar el Diamond Head Classic donde perdieron ante #4 Arizona e Indiana State. Esas dos derrotas marcarían el inicio de una racha triunfal. 14 victorias consetuvias, incluyendo 13 partidos de conferencia. Nadie salvo Virginia había conseguido tal arranque en la historia de la ACC. Por el camino quedaban triunfos de mérito ante los North Carolina, Duke o North Carolina State. Desde el 25 de Diciembre hasta el 23 de Febrero estuvieron los de Miami sin perder un partido. La derrota ante Wake Forest llegaba tras una racha de tres partidos muy apretados ante FSU (+6), Clemson (+2) y Virginia (+4). Empezaba ahí la peor senda de resultados de la temporada con tres derrotas en cuatro partidos. Entre esas derrotas figuraba la cosechada en el Cameron Indoor ante Duke gracias a la aparición divina de Ryan Kelly. Pero aquella derrota supuso la confirmación ante toda la nación de que Miami iba en serio. Dos partidos más tarde el programa ganaría por primera vez la temporada regular en la ACC con una victoria sobre los Tigers de Clemson. 

El título logrado era la transformación en éxito de varías premisas fundamentales en las que se basa el juego de los Canes. Unidad, veteranía y defensa. Unidad es la palabra que mejor define al equipo de Jim Larrañaga. Salvo la tremenda explosión del sophomore Shane Larkin no había ningún jugador de perfil alto en la plantilla pero si un grupo de jugadores de perfil medio que sabiendo asimilar su rol podrían competir contra cualquiera. La falta de una referencia clara en ataque ha ayudado a que el resto de jugadores subieran sus prestaciones individuales. El máximo anotador ha sido Shane Larkin con 14 puntos pero la anotación de Miami es muy coral. Kenny Kadji, Durand Scott e incluso Trey McKinney Jones pueden aparecer para ayudar en la anotación. 

El ataque de Miami busca transiciones rápidas con la velocidad de Shane Larkin y la finalización de Durand Scott. Si no encuentran el aro rápidamente, se pasa a ataques estáticos interminables. La mayor parte de la temporada han estado entre los equipos del país con un ritmo de ataque más lento y pausado. Mucho pick and roll frontal, bastantes balones para sus interiores y siempre buscando una buena opción para penetrar o un tiro librado de tres. Esta unidad y este ritmo lento es más una necesidad que una imposición. El gran punto débil del equipo de Jim Larrañaga es el prácticamente improductivo fondo de banquillo, lo que deja una rotación demasiado corta. Al quinteto titular formado por Shane Larkin-Durand Scott-Trey McKinney Jones- Kenny Kadji y, tras la lesión de Reggie Johnson, Julian Gamble, se le suman desde el banquillo Rion Brown y el propio Reggie Johnson promediando ambos cerca de los 20 minutos. Las apariciones en todos los partidos de Tonye Jekiri se limitan a 6 minutos en la primera parte y Erik Swoope cuando hay problemas de algún tipo con los interiores. 

La improductividad del banquillo tiene mucho que ver con las dos grandes decepciones del año en Miami. Rion Brown, junior, es el encargado de dar descanso a los 3 hombres exteriores. Sus números no han mejorado respecto al año pasado y no está demostrando la fama de buen tirador que le precedía. Miami solo cuenta con Shane Larkin como auténtico uno en la rotación y por eso los minutos de Rion Brown ayudando a Durand Scott a ejercer de base son muy importantes. Reggie Johnson es un caso distinto. Empezaba la temporada como la gran referencia interior del equipo, jugando buenos partidos en el calendario non-conference, pero todo cambió cuando se lesionó a mitad de temporada. Tras su vuelta no ha producido nada salvo escasas ocasiones como el partido en Raleigh contra North Carolina State. Si Miami quiere aspirar a algo importante debe mejorar mucho sus prestaciones. 

La veteranía es otro pilar básico. La edad medía de la rotación de los Canes es demoledora: Kenny Kadji (’88), Julian Gamble y Reggie Johnson (’89), Durand Scott y Trey McKinney Jones (`90) y los más “jóvenes” Rion Bwon (’91) y Shane Larkin (’92). 

El más veterano, Kenny Kadji, transfer de Florida, es el segundo máximo anotar del equipo. Cuatro que tiene buen tiro exterior y que este año ha añadido varias armas a su juego. Es capaz de fintar el tiro y penetrar y también puede generarse canasta al poste. Buen reboteador. Julian Gamble, su acompañante en la pareja interior titular, está disfrutando su sexto año de elegibilidad, tras ser redshirt en su año freshman y después de que la NCAA le concediese un año extra de elegibilidad por razones médicas (lesión de ligamento cruzado anterior) en el verano de 2011. Gamble, ha sido uno de las notas positivas de la temporada. No se esperaba mucho del senior pero la necesidad le ha obligado a crecer. Con la lesión de Reggie Johnson tuvo que disputar más minutos y supo aprovecharlos. Jugador algo limitado de cara aro pero que es un autentico guerrero. Pelea muy bien por el rebote ofensivo, planta buenos bloqueos para los exteriores y juega bien el pick and roll frontal para continuar hacia dentro. De vez en cuando es capaz de generarse alguna canasta al poste gracias a su fuerza. En defensa en un valor seguro. Cierra el rebote es capaz de intimidar y siempre está dispuesto a la ayuda. Su partido en la final del torneo de la ACC fue sobresaliente. 

En ese partido también estuvo muy bien Trey McKinney Jones. Seguramente el miembro del quinteto menos resaltado en los resúmenes rivales pero un jugador muy sólido. Buen tirador de tres cuando recibe en posición de tiro, buen penetrador y ayuda en defensa. Ha sido importante en partidos contra grandes rivales como Michigan State o UNC. 

La veteranía ha ayudado al equipo a ganar bastantes partidos apretados y donde el ataque no acababa de arrancar. Los chicos de Larrañaga no se amedrentan en los finales ajustados. Además, no echan de menos jugar lejos de Coral Gables y han cosechado buenas victorias como visitantes. Algo importante de cara al gran baile. 

 Por último, tenemos la defensa, una de las mejores del país. De aquí nace todo. Encabezados por Durand Scott, mejor defensor del año en la ACC y Shane Larkin, segundo mejor defensor, los Canes tratan de desgastar por completo al equipo rival con emparejamientos asfixiantes. Pese a tener varios estiletes defensivos son un equipo que defiende como tal. Insuperables en el uno para uno, siempre a tiempo en las ayudas, cerrando bien el rebote y con manos muy rápidas para forzar robos. De esos robos en primera y segunda línea es de donde sacan los puntos en transiciones rápidas. 

A la hora de bailar en Marzo a Miami no le han recompensado asignándole un seed número uno pese a ser Campeón de la temporada regular y del torneo de la ACC y tener el RPI número 4. Es la primera vez que el campeón de la ACC no es recompensado con un número uno. En cambio le han compensado con un buen camino hasta Elite Eight. Pero para llegar hasta ahí tendrán que empezar por ganar a Pacific en primera ronda. 

La estrella. Shane Larkin. El cerebro y, a la vez, el descaro en una plantilla veterana. Shane Larkin ha sido el gran beneficiado del boom de los Canes. Segundo en la votación para mejor jugador de la ACC y segundo mejor defensor de la conferencia. El equipo necesita que sea agresivo en ataque. Pura dinamita que es capaz de hacer jugar al equipo a un ritmo pausado. Pese a no tener una gran mecánica de lanzamiento ha mejorado sus porcentajes (50% en tiros de campo, 40% en triples) tomando mucha más responsabilidad que el año pasado. Buen finalizador cerca del aro. Lo que más diferencia a Shane del resto es su habilidad para hacer un buen uso de su velocidad y sus cambios de ritmo. Maestro en el pick and roll frontal, siempre toma la mejor decisión. Aprovecha su velocidad para poder penetrar, y si le pasan por detrás en los bloqueos es capaz de anotar de fuera. En defensa destaca por sus manos rápidas. Su evolución no tiene limites. Ha declarado que vuelve para su año junior pero visto su torneo de la ACC y su actuación en la final contra UNC no sería descartable que diera marcha atrás y aprovechara el momento para presentarse al draft. 

No perdáis de vista a: Durand Scott. Si Shane Larkin es el cerebro del equipo Durand Scott es el alma y el corazón. Un jugador que se sacrifica en defensa pero que no por ello deja de lado la parte ofensiva. El mejor defensor de la ACC. Muy atlético, con fundamentos y siempre asfixiando a su par. Capaz de forzar robos en primera línea. En ataque es un gran penetrador capaz de finalizar con ambas manos cerca del aro. Este año ha mejorado su tiro de media y larga distancia. El equipo lo echó en falta en los tres primeros partidos. Su participación en el torneo ha sido decisiva haciendo el mejor partido de su carrera ante North Carolina State en la semifinales. 
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Para terminar os dejo un video para ir calentando motores, #GoCanes: