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Mañana por la noche se celebrará en Estados Unidos y ya prácticamente en todo el mundo la noche de Halloween, pero para los fans de los Hurricanes la tarde noche de las pesadillas se nos ha adelantado 24 horas. No se puede calificar de otra forma a lo que hemos vivido hoy.
Hoy no voy a hacer un resúmen del estilo al que acostumbro, ciertamente no tengo ganas, por eso tan sólo voy a dejar mis opiniones generales del partido brevemente y a ver si mañana es otro día.

A pesar de que el partido parecía a priori un mero trámite llevaba toda la semana con una sensación especial respecto al mismo, y no precisamente buena. Tenía la sensación de que se nos iba a atragantar el partido y de que el equipo si no anotaba rápido y se tranquilizaba debido a la fuerte presión a la que esta sometido podría agarrotarse y pagar caras consecuencias. Lamento mucho, muchísimo no haberme equivocado para nada. El partido ha comenzado mal, con una conversión de cuarto down no conseguida, y ya en las primeras posesiones el ataque parecía atascado. Y tanto, en las siguientes tres posesiones Bosher tuvo que chutar, hasta que en la quinta con el segundo cuarto ya comenzado y cuando parecia que el ataque movía el balón gracias a Cooper, Jacory recibió un tremendo golpe que le dejó knockeado en el suelo, y por si fuera poco el pase que soltó fue interceptado por la defensa. Jacory Harris no volvería al campo y en el siguiente drive, los Cavaliers aprovecharon un mal ajuste defensivo para anotar por aire el primer Touchdown del partido.

Se había confirmado que Jacory no volvería al campo en toda la tarde, era entonces cuando la defensa debía de dar un golpe sobre la mesa y cuando el coordinador defensivo debería empezar a castigar a la débil defensa terrestre de Virginia a base de carreras y más carreras, pero nada más lejos. Salió el hijo de Whipple, y tras unas buenas jugadas por tierra tras llegar casi a la Redzone lanzó su primer pase y ... intercepción! Además retornada para 50 yardas, que poco después se convirtieron en otros 7 puntos para los Cavaliers. Al rato Whipple lanzo otra intercepción, y tras el descanso salió Morris y lanzó otros dos pases a manos de los defensas, además la defensa quería sumarse a la fiesta y no hizo prácticamente nada relevante contra el ataque Cavalier, de modo que a falta de 12 minutos teníamos un 24 a 0 en el marcador a favor de los locales.

Por si no fuera poco con el bochorno los 'Canes tenían todavia una ración más de crueldad para sus fans. Stephen Morris empezó a lanzar como loco y la defensa a parar a los de Virginia, y gracias a dos touchdowns de recepcion de Benjamin y Hankerson de más de 50 yardas y a uno de carrera del propio Morris, y también a un Onside kick recuperado el equipo anotó 19 puntos seguidos en 7 minutos para ponerse a menos de un touchdown, con más de cuatro minutos en el reloj y teniendo todavía los 3 tiempos muertos. El milagro estaba cerca.

Pues no. La defensa desapareció y los Cavaliers con carreras y algún pase corto se comieron los 3 tiempos muertos de Miami y el reloj, para terminar arrodillandose y ganando el partido, con la consiguiente invasión de campo de sus fans que lo celebraron como si de un NC se tratase.

No es momento ahora de reflexionar, pero esta humillante derrota es la gota que colma el vaso de la paciencia con Shannon. El hombre con horchata en vez de sangre debe de estar fuera del programa en cuanto termine la temporada regular, nada de esperar a la Bowl, y muchos de sus ayudantes le deben acompañar, Whipple el primero. Es lo que nos queda a los fans, empezar a soñar con un nuevo proyecto con un nuevo HC de prestigio y grandes commits, porque la era de Shannon, ha sido más que decepcionante.